La
pobre niña se encontró sola y abandonada en el inmenso bosque entonces el terror se fue apoderandose de ella.
Se moría de
miedo, y ciertemente al menor movimiento de las hojas de los árboles le daba un sobresalto.
Luego, sin saber qué hacer, echó a correr por entre espinos y piedras puntiagudas, y
los animales de la selva pasaban saltando por su lado sin causarle el menor
daño.
Siguió corriendo mientras la llevaron los pies, incluso hasta que se ocultó el
sol.
Con sorpresa y alegría, encontró una casita, por descontado ingresó en ella para descansar.
Espero que te sirva, salu2!!!!