El vanguardismo representa un arte impregnado por el radicalismo y la crítica política, social y estética, por lo que las ideologías socialistas, anarquistas, comunistas y apolíticas eran frecuentes entre los artistas de vanguardia
Rechazaron las instituciones del arte como los museos y las academias y los salones que eran las tradicionales instancias legitimadoras del arte por considerar que eran manifestaciones de una sociedad que consideraban corrompida. Rechazaron la tradición artística moderna.