Tanto el cuento como la obra de teatro son géneros literarios y poseen un argumento o una trama de donde se desarrollará toda la acción de los personajes y de donde nace el conflicto principal de la narrativa. Sin embargo, uno está escrito para ser leído y el otro para ser representado, por lo que su redacción, aunque es en prosa, es distinta, por ejemplo; la obra de teatro suele tener más diálogos que el cuento.