No se si te sirve o si es muy corto, pero ahí te va
Hace más de setenta años, Adrian Troadec vio a una chica salir de una clase de música. Dos guerras mundiales después, aún funciona la fábrica de chocolate que abrió para conquistarla.
Sabor a chocolate es una sinfonía incompleta de amor y sueños. Una novela tan intensa y adictiva como el mejor chocolate.