Órganos
análogos son aquellos que realizan una misma función, pese a que tienen
estructuras diferentes. Por ejemplo, las alas de una mosca y las alas de
una paloma son órganos análogos. Según esto, se deberían clasificar
juntos un insecto y un ave. Pero las clasificaciones basadas en los
órganos análogos son artificiales.
Órganos
homólogos son aquellos que tienen la misma o parecida estructura
interna, pese a que pueden estar adaptados a realizar funciones muy
distintas. Así, por ejemplo, son órganos homólogos las alas de un pájaro
y los brazos de un hombre. Las clasificaciones basadas en los órganos
homólogos son naturales.