La fresa La fresa desperdigada en el tendal de las hojas, huele antes de cogida; antes de vista se sonroja... La fresa, sin ave picada, que el rocío del cielo moja. No magulles a la tierra, no aprietes a la olorosa. Por el amor de ella abájate, huélela y dale la boca. 2 ¿De qué se trata el poema?